jueves, 17 de septiembre de 2009

Seguimos con las entrevistas: Asunción González de Chávez

Seguimos la ronda de entrevistas con Asunción González de Chávez, del Aula de la Mujer de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. Asunción González es Doctora en Psicología y Profesora en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

1.- Tradicionalmente los hombres siempre han tenido mayor presencia en los puestos de responsabilidad que las mujeres. ¿Cree que esta tendencia ha cambiado?

Ha cambiado bastante en la cantidad de mujeres que acceden a puestos de responsabilidad. Ello ha sido consecuencia de la lucha del movimiento feminista y de las propias mujeres militantes de los partidos que han presionado a sus dirigentes para introducir el sistema de las cuotas, fundamentalmente en los partidos de izquierda,. Pero también ha supuesto un impulso en los partidos de derecha, para no quedarse atrás, aunque rechacen nominalmente el sistema de cuotas.

La llamada Ley de Igualdad ha significado un espaldarazo definitivo a esta tendencia que ha ido creciendo en los últimos años. Pero sin un seguimiento y una fiscalización seria, será difícil que se generalice a la empresa privada, e incluso a los escalones intermedios de responsabilidad de las instituciones públicas, pues son menos visibles que los puestos de las ministras…

Dicho esto, querría insistir en que, si bien se ha logrado un avance significativo en la cantidad, aún debemos avanzar mucho en lo que definiría como la “calidad”, la “cualidad” de las mujeres que” llegan”, en cuanto a trayectoria/ planteamientos feministas y a compromiso de lucha por los derechos de las mujeres. Muchas de las que acceden a las listas electorales y a los cargos de responsabilidad lo hacen por la cercanía afectiva, la complacencia y sumisión a los líderes varones, en algunos casos también con tan poca preparación técnica como la de otros tantos varones, escogidos por los mismos motivos. Tenemos ejemplos muy cercanos de ello.


2.- ¿Qué papel que juega la mujer en los puestos de responsabilidad de la ULPGC?

Creo que, en consonancia con lo afirmado anteriormente, hay una cierta representatividad cuantitativa en el equipo rectoral, pero no ha habido ningún compromiso especial de esas mujeres ni con el Aula de la Mujer desde su creación en la Universidad, ni con las organizaciones de mujeres en la sociedad canaria. No ha habido ninguna iniciativa tampoco, desde el equipo rectoral, para incitar a introducir cuestiones de género en los nuevos planes docentes que se acaban de elaborar en todas las facultades. Es esta una lucha que estamos llevando a cabo los diversos Seminarios e Institutos feministas de todas las Universidades a nivel del Estado español, presionando a los Ministerios implicados (Educación e Igualdad) para que introduzcan las materias relacionadas con el género de forma obligatoria .

El apoyo económico de la Universidad no ha existido o ha sido ínfimo a lo largo de nuestra trayectoria como Aula.

Por otra parte, hay que señalar también que la distribución de las docentes en las categorías universitarias es enormemente diferenciada en relación a los varones, como sucede en el resto de las universidades españolas, en las cuales hay en torno a un 13% de catedráticas mujeres por un 87% de catedráticos hombres y un 35% aproximadamente de titulares mujeres, mientras la proporción de éstas en los estamentos inferiores sube en torno al 60-70%. Las diferencias porcentuales son aún más acentuadas en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Las causas de estas diferencias deberían ser objeto de un profundo debate, que sería bueno estimular en este ámbito y la Jornada del día 29.


3.- ¿Qué acciones se están llevando a cabo desde el Aula de la Mujer de la ULPGC para promover la igualdad entre ambos sexos?

A lo largo de los 19 años de existencia de Seminario/s, se han organizado numerosos cursos monográficos sobre diversas cuestiones relacionadas con la salud, la historia, la economía, la filosofía, el derecho… analizados desde una perspectiva de género.

Se han impartido asignaturas específicas de libre configuración (“Salud y Género”), se ha impartido un Master y un Experto en Violencia de Género, en la actualidad se prepara un Experto en Igualdad y se imparten cursos de Doctorado. Existe, además, un Grupo de Investigación sobre Salud y Género, que lleva realizadas diversas investigaciones.
Para este próximo curso tenemos prevista la organización de Tertulias una vez al mes y un curso en Diciembre.


4.- ¿Considera difícil conciliar la vida personal y laboral? ¿Podría explicarnos su experiencia?

Si es difícil. Y seguramente es una de las razones (no la única) de la diferencia de poder de las mujeres en la Universidad y en la sociedad, en general. La carencia de infraestructuras sociales que sirvan de apoyo para el cuidado de niño/as, personas mayores o enfermas (dependientes en mayor o menor grado), la no asunción por parte de los varones de las responsabilidades parentales y domésticas de forma paritaria, las presiones sociales sobre la imagen de la mujer deseable, y en última instancia, en el ámbito de la subjetividad, el ideal maternal, interiorizado por todas las mujeres (que nos hace sentir siempre hiper- responsables de los cuidadosaa otros/as), son todos factores que condicionan la vida y las elecciones de las mujeres de hoy dentro y fuera de la Universidad, e incluso de las carreras que se escogen.
La consecuencia de todo ello son los sentimientos de culpabilidad generalizados cada vez que se “desmarcan”-nos desmarcamos- del modelo maternal prescrito, viviendo que se quita el tiempo a la familia cuando se dedica con pasión a la propia profesión, o viviéndose como poco femenina, censurada, hiperexigida si muestra ambiciones de poder y/o acepta puestos de responsabilidad o mando. Todo ello conduce a que muchas mujeres no prioricen la carrera profesional y acepten quedarse en puestos secundarios, para “conciliar” –solo ellas- la vida laboral y la familiar..
Mi experiencia personal es la de tantas otras: los logros conseguidos han sido a base de mucho esfuerzo, conflictos entre los deseos propios como mujer y los deberes impuestos socialmente, luchas en el interior de la pareja, renuncias a placeres personales y tiempo propio… Pero también he encontrado la gratificación de los premios conseguidos, las invitaciones, felicitaciones y agradecimientos en tantos lugares de toda España por lo que expones o has escrito… La satisfacción también de sentir que has ayudado a tantas alumnas/os (como luego me han dicho) a abrir sus cabecitas, a desarrollar sus ideales, su autoconocimiento, su libertad, en suma. Y es que cuando se lucha por la igualdad y la libertad (de pensamiento, de acción, en la propia identidad…) se va sembrando una semillita que va germinando con el paso de los años.
Esa es la mayor satisfacción que podemos tener hoy las mujeres “maduritas” que hemos pasado la vida luchando por ser libres, aunque a veces hayamos estado pagando un coste elevado por ello…

Pero ha valido y vale la pena porque seguimos avanzando…

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